Continúo.
En el número 7 (2017) de la misma colección que en entradas anteriores, podemos leer, y tal vez después representar, tres obras que desde distintas perspectivas plantean una crítica al militarismo.
¿Sangre por petróleo? de Tomás Afán nos habla de un tipo de hipocresía social, la de unos personajes que mientras critican y se manifiestan contra una guerra, desean que esta se produzca para obtener beneficios en la bolsa.
ÉL.-Vamos a ver. No me interpretes mal, yo no estoy defendiendo la guerra, yo he sido el primero que ha firmado en contra. No es culpa mía que no me hayan hecho caso.
ELLA.- Porque no escuchan al pueblo; yo creo que va a ser la última vez que les voto.
ÉL.- Pero bueno, dentro de lo malo, ya que lo vamos a pasar fatal, viendo en las noticias todas las matanzas y demás, pues por lo menos que nos consuele que podamos conservar el estudio de la playa.
Del autor conozco también un libro titulado Pim pam clown (La guerra de los payasos), que cuenta con numerosas representaciones en todo el mundo, y que está formado por piezas cortas que parodian la institución militar y sus quehaceres.
No todo son colinas. Caricatura teatral de Pedro Catalán.
El autor es un auténtico maestro en el uso de la comedia en sus distintas formas. En esta obra su mirada se dirige a la guerra, a una cualquiera, nos dice.
Desde el principio, unos versos del poema El desertor de Boris Vian y la descripción de los personajes nos ponen en la pista del argumento.
PERSONAJES:
SOLDADO RUIZ, joven soldado a la fuerza
SARGENTO ESPINOSA, joven mujer militar desengañada
GENERAL VALERO, militar de toda la vida, lleno de medallas
El recurso teatral consiste en plantear lo que pasaría si en una guerra los soldados desertaran: la realidad posible se ejemplifica en el escenario.
El partido del siglo de Miguel Murillo Gómez.
En esta breve tragedia descubriremos por qué no puede celebrarse el partido de fútbol del siglo, como desean unos y unas adolescentes durante la guerra de Siria.
HUDA.- Siempre igual, Ali... ¿Por qué no van a venir como otros días? Tardan, sí, pero porque estarán haciendo cosas...
ALI.- ¿Qué cosas? ¿Es que en esta ciudad se puede hacer algo que no sea correr y esconderse? (Se señala la cabeza.) El último partido me lo perdí... Todos sabéis por qué... Y ahora mi familia, sin casa, está desperdigada por el barrio, y no hacen nada... Se esconden en casa de alguno y hablan hasta que amanece...
Enlace a la asociación Autoras y Autores de Teatro
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