Me recuerda a una obra de teatro para jóvenes a la que ya he citado en más de una ocasión en este blog, Bajo el cielo de Gaza de Luis Matilla. Porque la noticia publicada en el diario El Salto nos habla también del teatro como refugio. Pero ahora en medio de un genocidio, su esfuerzo cobra una dimensión, si cabe, más estremecedora.
Este es su titular:
El teatro de la libertad de Yenín: resistencia a través del arte
Según el artículo:
El Teatro de la Libertad se ha erigido como un lugar dentro del campo para que la niñez, la juventud y un grupo de mujeres afectadas y traumatizadas por la ocupación y por la violencia puedan sanar a través del arte
Gracias
ResponderEliminar